Los sueldos avanzan a un 2,4%, cuatro veces por debajo del IPC y la mayoría de trabajadores acumula pérdida de poder adquisitivo.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha confirmado este miércoles que el IPC sigue desatado y la previsión para lo que resta de verano es que se mantenga por encima del 10%, tal como ha anticipado el panel de Funcas. "El servicio de estudios de CEOE pronostica que la inflación se mantendrá elevada en el corto plazo", coincide la patronal. Y gran parte de esa inflación proviene de los beneficios que obtienen las empresas de su actividad y que ante el actual incremento de precios están aumentando, según el análisis que ha realizado el gabinete de estudios económicos de CCCO. El sindicato concreto que 8 de cada 10 puntos que ha subido el IPC se explican por el aumento de los márgenes empresariales y el resto por los salarios y una parte menor por la recaudación de impuestos de las administraciones.
Si bien existe un consenso de que el gran parte del aumento de precios proviene del encarecimiento de la energía, patronal y sindicatos pugnan por diagnosticar a qué bolsillos está yendo ese dinero. Pues de ello depende qué medidas pueden exigírseles a unos y a otros para contener la inflación. Y ahí CCOO ha publicado un informe, en base a datos de Eurostat, donde desglosa tanto la contribución de las diferentes rentas al aumento del IPC, como la evolución de los márgenes de beneficios de las empresas por sectores.
Y su conclusión es que la inflación la está provocando, eminentemente, los beneficios que conservan las empresas, que se han visto moderados durante este primer trimestre, pero continúan en positivo y a niveles parejos a los del 2019. Han crecido especialmente en el sector energético y financiero, donde pese a la escalada inflacionista siguen disparados. Ambas han aumentado sus márgenes durante el primer trimestre del 2022 y sobre las mismas recaerán los nuevos impuestos temporales anunciados por el Gobierno esta semana. Mientras los salarios suben a un ritmo similar al del periodo previo al COVID pese a una inflación muy superior, algo en lo que coinciden tanto los datos de convenios colectivos registrados por el Ministerio de Trabajo, como el monitor de salarios que mensualmente actualiza el observatorio de Caixabank Research en base a las nóminas de sus clientes.
Las energéticas ganan el 60% más
"Los beneficios empresariales son casi los únicos responsables del alza de los precios a finales del año pasado y principios del presente", afirman desde el gabinete de estudios de CCOO. Según sus números, las empresas españolas mantienen un margen de 0,39 puntos de beneficios. Es decir, si fabrican un coche y lo venden por 100 euros, la compañía se lleva 39 euros de beneficio, una proporción similar a la que registraban las firmas españolas en el 2019, antes del COVID, y un par de décimas por encima de la media de la eurozona. Siguiendo con el informe de CCOO, en los últimos cinco años "las empresas no financieras han acumulado 211.000 millones en reservas que han aparcado en la economía financiera restando posibilidades de crecimiento a la economía real".
Hay sectores donde los márgenes de beneficios han crecido notablemente en los últimos meses. Entre todas destacan las firmas del sector energético, donde sus márgenes han crecido el 60,4% en el último año y por encima de sus colegas de otras economías de la eurozona, donde los márgenes han crecido el 46,5%. En el sector financiero, la banca gana el 25,7% más que hace un año, frente al leve retroceso de márgenes del 0,6% registrada en la eurozona. En otros sectores, como el comercio, los transportes o la hostelería, las firmas ya han recuperado los márgenes de beneficios que tenían antes de la pandemia.
Los sueldos crecen cuatro veces menos que el IPC
Mientras los márgenes de beneficios se disparan en algunos sectores, los salarios crecen en términos generales pero muy por debajo del nivel del IPC. Es decir, la gran mayoría de los trabajadores sufren una pérdida de poder adquisitivo. Un total de 6,1 millones de trabajadores por cuenta ajena han visto aumentar sus salarios el 2,4% de media este año, según la estadística de convenios colectivos en vigor del Ministerio de Trabajo. Mientras, hay otros 4,5 millones de asalariados que tienen sus convenios sin renovar y para los que, en consecuencia, no hay incremento retributivo. Es decir, están perdiendo netamente ese 10,2% de poder adquisitivo en el que está el IPC.
Desde el observatorio de Caixabank detectan que los sueldos están subiendo a un nivel muy parejo al de antes del COVID, pese a una mayor inflación. Y que, de momento, ese aumento de precios no está provocando que los sueldos se estén disparando en ningún sector de manera generalizada fruto de la presión de los trabajadores. "Al igual que antes de la pandemia, las nóminas de los trabajadores con menores ingresos avanzan a mayor ritmo que las de los trabajadores con mayores ingresos, aunque las nóminas de todos crecen a un ritmo similar al promedio de 2018 y 2019. De ello también se desprende que, por ahora, no se observan presiones salariales destacables para ningún nivel salarial", afirman en su último informe, publicado esta semana.
FUENTE: EL PERIODICO
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