En un reciente informe técnico elaborado por la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD), se establece de manera clara y contundente que es completamente factible implementar una protección efectiva y robusta para niños, niñas y adolescentes (NNA) en el entorno digital actual. Este enfoque innovador y proactivo no requiere de una vigilancia sistemática ni de la invasión de la privacidad de todos los usuarios de Internet, lo que permite evitar así la exposición de los NNA a riesgos adicionales que podrían comprometer su seguridad y bienestar. Para lograr este objetivo tan importante, se sugiere un cambio significativo en el paradigma actual de protección infantil, pasando de estrategias reactivas que responden a problemas ya existentes a la aplicación de principios de protección de datos por defecto que se anticipan a los riesgos. Este cambio de enfoque permite crear un entorno digital seguro que garantice a los NNA el ejercicio pleno de sus derechos y libertades en el ámbito digital, promoviendo así su desarrollo integral.
El informe examina en detalle cuatro casos de uso distintos y propone una serie de buenas prácticas que son esenciales para salvaguardar a los NNA, así como a otros grupos vulnerables, en su acceso a Internet. Se abordan de manera exhaustiva los riesgos asociados con el acceso a contenidos inapropiados que pueden ser perjudiciales, el contacto con personas potencialmente peligrosas que podrían tener intenciones maliciosas, la adquisición de productos y servicios que no son adecuados para su edad, la monetización de datos personales que puede comprometer su privacidad, la inducción a comportamientos adictivos que puedan comprometer su integridad física o mental, y otros aspectos transversales que afectan a su seguridad. Todos estos riesgos están intrínsecamente relacionados con el tratamiento de datos personales de menores, lo que subraya la necesidad de establecer medidas efectivas de protección.
Las estrategias reactivas que se han implementado hasta ahora se basan en permitir que los NNA enfrenten estos riesgos, reaccionando únicamente cuando se detecta un daño o impacto negativo. En algunas ocasiones, se ha sugerido que los proveedores de servicios de Internet identifiquen a los NNA para crear espacios o cuentas específicas para ellos, con la intención de ofrecer un entorno más seguro. Sin embargo, estas estrategias requieren intervenciones intrusivas, como la vigilancia o el perfilado, que comprometen la privacidad de todos los usuarios de la red. Estas prácticas pueden facilitar la localización de los menores, haciéndolos vulnerables a actores maliciosos que podrían aprovecharse de su situación, y pueden legitimar nuevos tratamientos de datos personales, adaptando mensajes que influyen en decisiones que no deberían corresponderles, lo que es preocupante desde el punto de vista ético y legal.
Para evitar estos riesgos significativos, es fundamental hacer efectivo el derecho de los NNA y otros colectivos vulnerables a un Internet seguro por defecto. Este concepto va mucho más allá de la ciberseguridad, buscando prevenir cualquier daño al interés superior del menor y a sus derechos fundamentales a través del tratamiento cuidadoso y responsable de sus datos personales. Esto implica que los NNA, sus familias y otros usuarios mantengan el control sobre su información personal, asegurando así que se respeten sus derechos y se proteja su bienestar en el entorno digital.
La verificación de edad se presenta como una herramienta clave y esencial para diseñar un Internet seguro por defecto. La AEPD propone que esta verificación actúe como un habilitador para acceder a elementos que conllevan riesgos, permitiendo que solo aquellos individuos que poseen la madurez y la información adecuada puedan tomar decisiones en nombre de un NNA. Es crucial que la carga de la prueba recaiga en el usuario que tiene la edad adecuada, y no en el NNA, evitando así la creación de esquemas de identidad para menores que sean controlados por diferentes proveedores de servicios, lo que podría resultar en una mayor vulnerabilidad para los NNA.
Sin embargo, es importante destacar que la verificación de edad por sí sola no garantiza un Internet seguro por defecto. Es necesario que se diseñe e implemente de manera que cumpla con todos los principios y requisitos establecidos en el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD). Además, debe adaptarse a los diversos servicios de Internet y ser integrada con otras soluciones para asegurar su efectividad, evitando la generación de nuevos riesgos, la localización de NNA y la pérdida de derechos o libertades que son fundamentales para su desarrollo y bienestar.
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