Actualmente, con la revolución tecnológica y la crisis, así como el aumento de la competitividad, el marketing jurídico se está convirtiendo en un aspecto imprescindible para los despachos de abogados, y no solo para los grandes, que van creando sus propios departamentos de marketing, sino también para despachos medianos, pequeños.
Históricamente el mundo jurídico ha estado apartado del marketing debido, entre otros factores, a las connotaciones negativas que conllevaba por ser asimilado con publicidad y venta. Además hasta la reforma llevada a cabo por el nuevo Estatuto de la Abogacía en 2001 el Código Deontológico prohibía a los abogados cualquier actividad publicitaria.
Podemos entender el marketing jurídico como aquel que se ocupa del sector legal, siendo una herramienta de gestión empresarial que ayuda a la toma de decisiones estratégicas con el máximo de información. Se basa en la orientación al cliente y puede ayudar al bufete o asesoría a mejorar la gestión a través de una serie de acciones y a descubrir qué valor exclusivo puede ofertar al mercado, marcando así diferencias con los competidores.
Toda esta actividad se puede realizar por el propio despacho, con un departamento con profesionales especializados, por consultores externos de servicios jurídicos o por socios/abogados de la Firma formados en marketing, dependiendo de su cultura, dimensión y recursos.
Una vez decidido a qué público objetivo se va a dirigir y cuáles son los elementos diferenciadores que aporta, puede utilizarse el marketing online, que tiene muchos beneficios sobre el marketing tradicional, como es que el coste de captación de clientes es considerablemente más bajo respecto a los canales de marketing tradicionales, los grados de medición son mucho más exhaustivos, lo que facilita y acelera la toma de decisiones. También permite una mayor segmentación del perfil de clientes para ofrecer el contenido adecuado en el momento preciso, así como interactuar en tiempo real con clientes o potenciales clientes que demanden servicios y que encuentren así respuesta a sus dudas.
Destaca también el marketing de atracción, que consiste en la aplicación de técnicas no intrusivas para atraer al cliente basadas en la generación de contenidos atractivos, con el fin de captar su atención y resolver su necesidad, de manera que el visitante encuentre valor en el contenido y con ello tenga un mayor interés en los servicios del despacho o asesoría. Unos elementos básicos que deben usarse en una estrategia de marketing jurídico online son los siguientes:
- Página web. Tiene que estar cuidada y en ella se deben de dejar muy claros tanto los servicios que se ofrecen como sus valores y forma de trabajar. - Blogs con contenidos originales y de calidad. Debe de ser fácil de viralizar. Hay que mantenerlo actualizado. - Redes sociales. Hay que compartir los contenidos y conversar sobre ellos.
En resumen, el contenido que se incluya en el mundo digital debe por tanto estar diseñado para ayudar al cliente, comprendiendo éste el alcance de su situación y las salidas jurídicas que tiene. Desde esta ayuda se generará un vínculo de confianza que será el germen para futuras colaboraciones.
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