Justicia restaurativa: Cómo es una experiencia real de “Encuentro Restaurativo”
12 de abril de 2024
Justicia restaurativa: Cómo es una experiencia real de “Encuentro Restaurativo”
El paradigma de la Justicia Restaurativa es la posibilidad que se ofrece a víctima y victimario de reunirse en el llamado “Encuentro Restaurativo”, al que en ocasiones son invitados también como observadores miembros de la comunidad. Uno de estos observadores nos cuenta en primera persona su experiencia en un proceso de Justicia Restaurativa
La Justicia Restaurativa (JR) surge como complemento al sistema de Justicia Ordinaria con la idea de ofrecer, tanto a víctimas como a quienes han cometido un hecho delictivo, la posibilidad de dialogar sobre los hechos ocurridos y sus consecuencias, así como profundizar en la asunción de responsabilidad de quien cometió el delito. Supone una forma de resolución de conflictos que permite a las personas implicadas participar activamente en la gestión y/o transformación del conflicto, así como alcanzar, en la medida de lo posible, un acuerdo que cubra necesidades de todas las partes. Pretende complementar al proceso de Justicia ordinario, en ningún caso sustituirlo.
El proceso de JR se caracteriza por la intervención de unos facilitadores especializados, que deben ser imparciales y que propiciarán la comunicación entre las personas implicadas, con el objetivo de evolucionar en el conflicto, alcanzando, en la mayoría de los casos, un acuerdo que tenga en cuenta las necesidades de las partes a través del diálogo y el consenso entre ellas. Las consecuencias de todo delito sacuden también a la comunidad (sociedad) quien sufre también el daño derivado del hecho y los costes económicos y sociales del conflicto. En ocasiones, la sociedad puede tener un cierto grado de corresponsabilidad bien sea por acción o por omisión.
Los procesos restaurativos proponen, en un primer momento, un trabajo personal, profundo e individualizado, confidencial, tanto con la víctima, como con la persona que cometió el delito. Este trabajo personalizado está dirigido por profesionales especializados en mediación y formadas en herramientas de acompañamiento personal en el trauma.
Como parte del proceso, el paradigma de la JR ofrece tanto a la víctima como al victimario la posibilidad de reunirse en el llamado “Encuentro Restaurativo”, momento y espacio en el que los protagonistas podrán dialogar en un entorno seguro, de escucha y comprensión mutua y recíproca, sobre el delito y sus consecuencias. En ocasiones, los facilitadores convocan también a ese encuentro a una persona miembro de la comunidad quien en la mayor parte de las ocasiones tendrá una condición de observador.
A continuación, te ofrecemos el testimonio literal de Juan Carlos, funcionario del Centro Penitenciario de Burgos, que asistió como observador a uno de los encuentros restaurativos organizados por AMEE (Asociación para la Mediación, el Encuentro y la Escucha) dentro de su Programa de Justicia Restaurativa desarrollado en base al Convenio de Colaboración firmado por la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, la Fundación Aranzadi LA LEY y AMEE.
«El día 4 de diciembre del 2023 tuvo lugar un ENCUENTRO RESTAURATIVO en el Centro Penitenciario de Burgos, participando X (hostelero que ha sido asaltado en múltiples ocasiones) como víctima no vinculada y Z (interno al que he conocido desde sus primeras etapas en prisión y su evolución personal -yo diría transcendental-).
Ejercen de mediadoras Esther y Mª Jesús (AMEE), culminando todo un proceso laborioso a la vez que enriquecedor y exitoso para todos los participantes.
Los años de mi vida laboral penitenciaria (37 años) me han hecho forjarme una coraza, un "cliché", para que me resultara más "sencillo" no cuestionarme el comportamiento de los internos, sus sentimientos, sus expectativas... fueran las que fueran, pero la realidad se impone y la convivencia, las experiencias y las canas me han devuelto el sentido crítico ante las personas, el valorar más allá de una "foto fija", de unas circunstancias pasadas y posicionarme ante las posibilidades y el futuro del que quiere cambiar.
Soy testigo de un proceso en el que todos los que hemos formado parte de alguna forma (yo como simple espectador) hemos ganado, incluida la parte de comunidad que nos toca.
De todos los programas tratamentales que se realizan con internos dentro de prisión, los procesos de justicia restaurativa, según mi experiencia, son la herramienta con mayor poder de transformación personal, de actitudes y comportamiento que he evidenciado, con resultados reales, inmediatos y contrastables que empoderan a la persona en la empatía con el daño causado, la asunción de sus responsabilidades y compromiso con el futuro en libertad.
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