Binance ofrece crear un fondo de rescate para ‘exchanges’ en problemas. Citi descarta un contagio a los mercados de capitales.
Auditorías, transparencia y regulación se han convertido en el nuevo
mantra de las plataformas de criptoactivos. La crisis abierta por el estallido
de la quiebra de la plataforma de intercambio FTX está acelerando los cambios
en un sector que hasta hace poco defendía la importancia de su desregulación,
mientras que la falta de liquidez amenaza con impactar a los exchanges más
pequeños, que están sufriendo fuertes reembolsos.
La lista de plataformas que abogan por ejecutar auditorías externas que
den tranquilidad a inversores y ahorradores es cada vez mayor. La denominada
prueba de reservas (proof of reserves, en inglés), que consiste en la creación
de un mapa mediante el cual se puede seguir el rastro e identificar la cantidad
exacta de reservas que tiene un exchange de cada clase de activos que custodia,
ha sido defendida por Binance, Gate.io, KuCoin, Poloniex, Bitget, Huobi, OKX,
Deribit y Bybit, entre otras, como un mecanismo para comprobar la transparencia
y fiabilidad de los custodios de criptoactivos.
Unas auditorías, no exentas de interrogantes, de las que algunas de
ellas han publicado pequeños extractos y emplazado a sus clientes a conocer sus
detalles completos en las próximas semanas. En el caso de Crypto.com la
publicación de parte de su auditoría desveló una transferencia por error de 416
millones de dólares a una cuenta de un particular cuando se debía haber
realizado a un monedero frío (cold wallet, en la jerga), que está desconectado
de la red de internet, por lo que es propenso a sufrir ciberataques. No es la
primera vez que sucede algo así. A principios de año la plataforma transfirió
por equivocación 10,5 millones de dólares a la cuenta de una mujer en Australia
que lejos de devolver tal cuantía optó por adquirir una casa de elevado importe.
Unos errores que provocaron fuertes salidas de dinero durante el fin de
semana en Crypto.com y el desplome de su token, Cronos, mientras se siguen
conociendo detalles sobre la situación de FTX. La plataforma, que a principios
de año logró una valoración de 32.000 millones de dólares, solicitó
acogerse al capítulo 11 de la Ley de Quiebras en EE UU ante sus elevados
problemas de liquidez tras reembolsos por 6.000 millones de dólares.
Unos problemas a los que se fueron sumando una cascada de
interrogantes, entre los que destaca que el balance de FTX estaba compuesto
principalmente por valores de su propia criptomoneda, FTT. Y que su fundador
había usado de colateral a través de su propia compañía de trading, Alameda
Research.
La situación ha llevado al consejero delegado de Binance, Changpeng
Zhao, a anunciar la creación de un fondo de rescate para las pequeñas
plataformas con problemas de liquidez temporales. El vehículo, del que se
desconocen detalles, ayudará a "reducir aún más los efectos negativos en
cascada de FTX", apuntó Zhao en un tuit, para apuntalar los proyectos que
son "por lo demás fuertes, pero en una crisis de liquidez".
El anuncio de la creación de este fondo sirvió además para apuntalar la
evolución de los distintos criptoactivos durante la jornada de ayer tras las
últimas caídas. Al mismo tiempo las dudas sobre los servicios de custodia
que ofrecen las plataformas de criptoactivos están provocando que se
dispare el interés por los monederos fríos y aumente la operativa de los
activos digitales. Según la firma CryptoQuant, la pasada semana los usuarios
realizaron reembolsos en las plataformas de 3.700 millones de dólares en
bitcóin y otros 2.500 millones de dólares en ether. Al mismo tiempo, y según
cálculos de Bloomberg, los inversores han optado por ponerse cortos en los
fondos cotizados sobre criptoactivos y apostar por que su corrección
continuará.
El responsable de Binance ha abogado además por poner en marcha
regulaciones sobre la industria de los criptoactivos –defensa que meses atrás
le distanció de Sam Bankman-Fried, el ahora denostado fundador de FTX–.
A pesar de las turbulencias que azotan al mercado de criptoactivos, su inestabilidad no ha contagiado a los mercados de capitales, que en las últimas semanas se han descorrelacionado de la evolución de los activos digitales. En Citi apuntan que los problemas de las plataformas de intercambio de criptoactivos son "demasiado pequeños y aislados" para afectar a los mercados tradicionales y limitan el riesgo a los 1.700 millones de euros que grandes inversores –BlackRock, SoftBank, The Ontario Teachers' Pension Plan Board, Temasek, Sequoia Capital, Tiger Global o Binance–invirtieron en las últimas rondas de financiación de FTX. Una apuesta que sí creen puede suponer una llamada de atención para los comités de riesgo de los gigantes financieros a partir de ahora de cara a sus nuevas apuestas.
FUENTE: CINCO DÍAS
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