La irrupción de la inteligencia artificial está modificando a gran velocidad la forma en que operan los despachos profesionales. Así lo afirmó Ramón Mª Calduch, presidente de ADADE/E-Consulting, durante su intervención en Accountex España 2025, celebrada el pasado noviembre, donde expuso con claridad el punto de inflexión al que se enfrenta el sector.
EL Sr. Calduch trasladó un mensaje directo: la IA ya no es una tendencia emergente, sino una herramienta con impacto inmediato en la productividad, la calidad del servicio y la estructura misma de los despachos. Quedarse al margen, advirtió, no es una opción.

En su intervención, el Sr. Calduch desmontó una confusión habitual: automatizar no es incorporar inteligencia artificial.
La automatización —señaló— es programación tradicional: procesos repetitivos que el software ejecuta sin interpretación.
La IA, en cambio, introduce capacidades radicalmente nuevas:
Para ilustrarlo, explicó que parte del material que utilizó para preparar su ponencia había sido generado por IA en cuestión de minutos, recordando que estas herramientas ya permiten preparar contenidos con una agilidad desconocida hasta ahora.
Su recomendación para los despachos fue pragmática: automatizar primero, incorporar IA después, pero comenzar cuanto antes.
El Sr. Calduch destacó que la IA generativa es solo la primera etapa del cambio. Ya puede producir documentos, comparar información normativa o resolver consultas complejas, pero los avances más disruptivos llegarán con la IA predictiva, actualmente más desarrollada en países como China, Estados Unidos o Australia.
Esta tecnología no solo analiza el pasado, sino que anticipa escenarios futuros combinando datos actuales, históricos y contextuales. Su aplicación en el ámbito profesional puede transformar la forma en que los despachos proyectan carga de trabajo, evalúan riesgos o asesoran a empresas en entornos regulatorios cambiantes.
Europa —remarcó— avanza más lentamente debido a un exceso de prudencia regulatoria. “Aquí tendemos a poner límites antes de comprender el alcance de la tecnología”, afirmó. Frente a ello, defendió un enfoque más abierto al desarrollo, sin renunciar a la ética ni a la privacidad, pero evitando frenar la innovación prematuramente.
La intervención del Sr. Calduch incluyó un dato que generó inquietud entre los asistentes: en el último año y medio han cerrado cerca de 3.000 despachos de pequeño tamaño en España.
Según explicó, la presión tecnológica, la falta de escalabilidad y la dificultad para asumir inversiones en innovación están acelerando un proceso de concentración. Algunos despachos optan por integrarse en grandes grupos; otros buscan redes colaborativas que les permitan mantener su autonomía mientras acceden a recursos de mayor valor añadido.
Para el Sr. Calduch, la conclusión es evidente: la tecnología ya no se puede afrontar en solitario.
El presidente de ADADE/E-Consulting también alertó sobre un riesgo estructural: la brecha digital.
Afecta no solo a personas mayores, sino también a profesionales de más de 40 años que deben adaptarse a un entorno tecnológico que avanza cada mes.
Además, criticó la aproximación europea a la regulación de la IA, orientada a limitar antes de desarrollar. Un planteamiento que, según señaló, deja al continente en desventaja frente a países que apuestan por experimentar primero y regular después.
Aun así, recordó que la ética y la privacidad deben seguir siendo pilares esenciales, aunque advirtió sobre cierta incoherencia: “Las primeras entidades que se saltan estas normas suelen ser las administraciones que las exigen”.
Como cierre, Ramón Mª Calduch insistió en que el debate no es IA contra profesionales, sino IA más profesionales.
La tecnología asumirá las tareas repetitivas, de análisis o de redacción preliminar, mientras que las personas deberán centrarse en lo que ninguna máquina puede replicar: liderazgo, estrategia, gestión de equipos, relación con los clientes, criterio profesional.
Para ilustrarlo, recordó cómo el sector pasó del fax a la digitalización en apenas dos décadas, y cómo cada transformación fue inicialmente recibida con incertidumbre. La clave —señaló— está en la capacidad de adaptación.
El mensaje que dejó el Sr. Calduch en Accountex España 2025 fue inequívoco: la IA no eliminará la esencia del despacho profesional, pero sí transformará sus cimientos.
Quienes adopten una visión estratégica, se apoyen en estructuras colaborativas sólidas, como las redes profesionales que fomentan el intercambio de conocimiento y recursos, y formen a sus equipos para la nueva era digital serán quienes lideren el modelo de asesoría del futuro. En este contexto, E-Consulting se consolida como una red colaborativa orientada precisamente a acompañar a los despachos en ese proceso de evolución compartida.
La tecnología no sustituirá al profesional. Lo potenciará. Y la diferencia la marcará la capacidad de anticipación, así como la decisión de rodearse de entornos que aporten valor real. Para quienes deseéis avanzar en esta dirección, podéis pedir información y descubrir cómo una red colaborativa puede convertirse en una ventaja estratégica decisiva.
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