La Segunda Oportunidad perdona a los autónomos deudas de hasta medio millón
17 de junio de 2018
La Segunda Oportunidad perdona a los autónomos deudas de hasta medio millón
Casos reales de autónomos que han cancelado su deuda gracias a la Ley de Segunda Oportunidad.
Año 92. Francisco Mula es empresario, al frente de una compañía familiar de construcción que realiza trabajos en la Barcelona de los Juegos Olímpicos. En un momento dado, tiene que afrontar una deuda mantenida con una gran constructora, que les deja de pagar diversos trabajos. La deuda ascendía a cerca del medio millón de euros. En 2017, el Juzgado Mercantil número 3 de Barcelona exonera al empresario de dicha deuda, que mantenía con un total de 14 acreedores. “Gracias a Repara Tu Deuda podemos disfrutar de la cancelación de la deuda, aunque quizás hubiese sido más beneficioso que la Ley de la Segunda Oportunidad hubiera llegado antes a nuestro país”, explicaba en su momento Francisco Mula.
La Ley de Segunda oportunidad está empezando a dar sus frutos, aunque haya llegado tarde. Son varios los casos de empresarios autónomos que se han visto en la obligación de cerrar sus negocios y asumir una deuda a la que no pueden hacer frente. La Ley de “Segunda Oportunidad” es como se denomina de forma popular al Real decreto 1/2015 de 2 de febrero instaurado por el gobierno hace tres años, con el objetivo de facilitar a las personas físicas, autónomos, familias, y particulares en general que puedan librarse de sus deudas y afrontar una nueva vida personal y profesional.
Se trata de un mecanismo a través del cual se puede obtener un “perdón” de las deudas derivadas de su actividad profesional. Sin embargo, para poder beneficiarse de esta medida, el deudor ha tenido que actuar “de buena fe”, es decir, no se le ha podido nombrar culpable en el concurso de acreedores, además de tener que cumplir con los siguientes requisitos:
- No haber sido condenado por delitos contra Hacienda, la Seguridad Social o el Derecho y Libertad de los trabajadores en los últimos 10 años.
- No debe haber intentado celebrar un acuerdo extrajudicial de pagos.
- Debe haber satisfecho los créditos contra la masa, así como los concursales privilegiados o de forma alternativa.
- No puede rechazar (o haber rechazado) una oferta de ocupación adaptada al deudor en los últimos cuatro años, además de aceptar su inscripción en un Registro Público Concursal.
Casos de autónomos que han conseguido liberarse de sus deudas
Normalmente, el empresario autónomo que recurre a la Ley de segunda oportunidad es porque se encuentra en una situación de insolvencia producida por “la imposibilidad de atender al pago de las deudas contraídas con entidades bancarias en cuanto a la financiación de su actividad profesional, así como por deudas públicas frente a Hacienda y Seguridad Social”, según declara a Territorio Pyme Carmen Pedroche. Desde esta empresa nos explican más casos en los que han conseguido exonerar la deuda.
Como por ejemplo, el pasivo de un autónomo que ascendía a 200.000 euros, y no tenía prácticamente ningún activo. Para comenzar el proceso, se debe realizar un “formulario normalizado editado por el Ministerio de Justicia, que permite de forma sintética la descripción de su situación personal, económica y de origen y causas de su insolvencia”. Además, añade Pedroche, “en la solicitud de exoneración del pasivo insatisfecho se incluyen las razones en las que en definitiva se basa la petición del “perdón” del pasivo insatisfecho, esto es, la deuda que resta una vez realizadas las oportunas operaciones de liquidación de su patrimonio y derechos”.
En este sentido, la actuación “de buena fe” del deudor es básica para poder realizar el proceso, de manera que no se le declare culpable en el concurso de acreedores. El resto de trámites se basan en demostrar que el autónomo efectivamente ha actuado correctamente, no ha cometido delitos ni fraudes, cumple con las exigencias legales propia del reglamento, etc. Año y medio de gestiones, pero finalmente se consiguió la exoneración del pasivo insatisfecho del autónomo deudor.
Más ejemplos. Un emprendedor solicita financiación. Los bancos se la conceden, pero el negocio no va bien. Es el caso de un autónomo que acudió al despacho de abogados, con una deuda de 500.000 euros con varias entidades financieras. “Lo importante es que no había deudas con Seguridad Social ni con Hacienda”, declara Javier Gómez, abogado en este despacho. Consiguieron llegar a un acuerdo gracias a esta circunstancia y firmarse la exoneración.
Mejoras de la ley de Segunda Oportunidad
A pesar de que los autónomos pueden acogerse a esta normativa para resolver su situación y poder rehacer sus vidas, la Ley tiene mucho margen de mejora. La fundamental, según apuntan los expertos, es que se incluyan como créditos exonerables los créditos públicos. “Muchos autónomos están teniendo problemas para conseguir la exoneración precisamente por esta situación”, subrayan.
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