La inteligencia artificial (IA) está tomando cada vez más relevancia en el sector legal, y los expertos coinciden en que 2025 será un año crucial para su consolidación en los bufetes de abogados. En un reciente panel de expertos, se debatió sobre el impacto de la tecnología en la abogacía y las tendencias que marcarán el futuro cercano.
El término LegalTech hace referencia a las herramientas, plataformas y aplicaciones tecnológicas diseñadas para mejorar la eficiencia de los profesionales del derecho y potenciar el negocio legal. Estas herramientas permiten optimizar procesos como la gestión de documentos, la automatización de tareas repetitivas, y el análisis de grandes volúmenes de datos. En los últimos años, la inversión en estas tecnologías ha crecido notablemente, con bufetes y empresas del sector público adoptando cada vez más soluciones innovadoras.
Según los analistas, la IA ya está comenzando a cambiar la forma en que los bufetes operan y facturan. Algunos despachos están aprovechando la tecnología no solo para ofrecer servicios legales, sino también para convertirse en consultores de tecnología para otras empresas. Esta tendencia se debe a la capacidad de la IA para detectar riesgos y tomar decisiones informadas, lo que resulta especialmente útil en áreas como el compliance.
No obstante, el modelo tradicional de facturación por horas no desaparecerá en el corto plazo. A pesar de ello, se espera que en los próximos años crezca la modalidad de “trabajos por proyectos” y que los bufetes se centren más en ofrecer soluciones personalizadas mediante el uso de la tecnología.
El uso de IA generativa está marcando una nueva fase en la evolución del LegalTech. Herramientas como Jurimetría y K+, que aplican IA para analizar grandes volúmenes de jurisprudencia y predecir los resultados de un juicio, están empezando a integrarse en los bufetes. Sin embargo, para que estas herramientas sean efectivas, es crucial que las bases de datos estén actualizadas y sean especializadas en el ámbito legal.
Uno de los retos principales de la IA en el sector legal es garantizar la fiabilidad de las respuestas, ya que las herramientas deben ser alimentadas con datos de alta calidad. Además, se espera que los asistentes legales basados en IA puedan ofrecer respuestas más sofisticadas y precisas, con la capacidad de razonarlas y consultarlas en diferentes fuentes.
La Administración pública también está avanzando en el ámbito de la digitalización, aunque con algunos obstáculos. La implementación de nuevas tecnologías en la justicia se ve dificultada por los riesgos asociados con la protección de datos y la falta de coordinación entre las diferentes autonomías. A pesar de estos desafíos, herramientas públicas como el Punto de Acceso General de la Administración de la Justicia buscan acercar las soluciones tecnológicas a los ciudadanos y profesionales del derecho.
La seguridad y la confidencialidad son fundamentales en la adopción de tecnologías en el ámbito legal. El uso de IA debe realizarse en un entorno controlado, respetando las normativas de protección de datos y garantizando la anonimización de la información. Los expertos coinciden en que las firmas deben poner un énfasis especial en este aspecto, ya que la gestión adecuada de los datos será uno de los grandes retos para los próximos años.
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